La ola feminista arrasó en Saltillo ayer. Tomó la avenida principal de Saltillo, el bulevar Venustiano Carranza y se apoderó de la Plaza Nueva Tlaxcala, con la exigencia de justicia para las mujeres víctimas de feminicidio y el cese de la violencia machista. Desde la avenida Universidad, la marejada violeta avanzó inundando de consignas que resonaban al paso del con- tingente. El reclamo de justicia se leía, se escuchaba, se sentía y quedó marcado en las paredes. Copal e incienso, al ritmo del tambor y el sonido del caracol, acompañaron la exigencia de la caída del patriarcado. “Hasta que la dignidad se haga costumbre”. En solidaridad, mujeres trabajadoras de comercios en V. Carranza y Allende pararon sus labores frente al contingente. “A cada minuto, a cada semana, nos roban amigas. Nos matan hermanas”, gritaban al unísono al tiempo que recordaban a las personas víctimas de feminicidio y desapa- rición Matracas, paliacates morados y estaciones de hidrata- ción acompañaon a las her- manes que marcharon.
in Nota Roja