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Andan con todo el ‘flow’; Grupo Opuesto

Ellos son la prueba de que en Saltillo hay mucho talento y en exclusiva para EL GUARDIÁN nos cuentan su historia y proyectos

Por: Patricia González Polendo

Aldo, Fer, Héctor y Gilberto son cuatro amigos veinteañeros que aman la música y fue justo por esa fascinación que un día les dio por armar su grupo musical hace casi cuatro años; Fer y Gilberto son hermanos y todo comenzó en toquines familiares hasta que un día “se los amarraron” y quisieron formalizar en la escena saltillense, por ello buscaron vía redes sociales a más integrantes y así fue como se conformaron.

Los hermanos son originarios de Ramos Arizpe y Héctor y Aldo de Saltillo pero por azares del destino se juntaron y la química se dio perfectamente. Cabe señalar que Gil y Fer son hijos de Aarón López, el rey del saxofón, así que con tal linaje musical pudieron concretar su proyecto con más facilidad que iniciando de cero.

Su género base es la música norteña, como buenos saltillenses, sin embargo meten más ritmos como grupero, baladas, cumbias y más; si algo los caracteriza es que son versátiles y al público lo que les pidan, claro, todo a su estilo.

“Últimamente sacamos un set de algunas canciones de rock, también uno de Selena y son rolas que a lo mejor muchos grupos no lo traen y la gente nota que somos diferentes por nuestra variedad en el repertorio; eso es lo que más nos ha ayudado a ser identificados”, explicó Aldo.

Pese a que por el momento se basan en “covers” en cada presentación que dan, Aldo y Héctor ya tienen algunas rolas escritas y esperan poder sacarlas a flote en unos meses; de hecho se han aliado con César Briones, productor musical y Montaña Records para grabar su primer sencillo, el cual aún no eligen pero nos darán la sorpresa en un par de meses.

“No se ha dado la oportunidad de ensamblar bien una canción propia, lo más seguro es que próximamente saquemos una de esas canciones guardadas por ahí. Son temas entre amor y desamor más o menos”, confesó y añadió que claro, basadas en hecho reales.

La vida de un músico

Ninguno pasa de los 23 años de edad, comenzaron su trayectoria a escasos 18 o 19 primaveras y aunque parece algo fascinante, la vida les ha cambiado:

“El estilo de vida cambió drásticamente en el hecho de que ya dejamos las fiestas porque los fines de semana estamos ocupados o trabajando; a veces incluso nos perdemos compromisos familiares y tenemos que cumplir con el grupo.

“Al principio fue como que de jóvenes queríamos estar en la fiesta pero al agarrarle amor a la música ya se hace normal todo esto”, explicó y motivó a quienes tienen pasión por la música a lanzarse ya que con tanto amor por algo, ni siquiera la escuela es descuidada, ellos que la mayoría siguen estudiando en el ITS.

Ahora van tomando vuelito, Coahuila es el hogar que les ha dado la oportunidad de sobresalir, sin embargo saben que este 2019 tomarán vuelito para probar en otros lares, pues su prioridad sigue siendo acabar sus carreras universitarias.

Pese a que dos son hermanos, todos conviven demasiado tiempo ya sea en la escuela, los ensayos y ahora en el estudio de grabación; muchos artistas famosos dicen que es difícil debido a que la convivencia es demasiada pero ellos tienen un concepto diferente:

“Nosotros somos más como familia”, dijo sencillamente Héctor, acordeonista y segunda voz de la agrupación.

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