Kaze
Saltillo. José Cabriales Calderón buscaba a su hijo por los bares y cantinas que están frente a la central camionera, pero lo que encontró fue a la muerte tras ser embestido en el periférico Luis Echeverría por una camioneta que iba a exceso de velocidad.
El hombre se desempeñaba como empacador de un centro comercial y contaba con 79 años; se dijo que residía en la colonia Bellavista.
Cerca de las 7:30 de la tarde de ayer, el adulto mayor realizaba recorridos en los callejones del Mercado Perfecto Delgado. Iba en busca de uno de sus hijos, el cual acostumbra reunirse en las cantinas, pero al no localizarlo decidió retirarse.
No le dio uso al puente peatonal que une la colonia 26 de Marzo con la Central de Autobuses y cruzó de sur a norte por abajo.
Pero sólo alcanzó a llegar al carril central, ya que una camioneta Cheyenne blanca, según lo que captaron las cámaras de seguridad, no detuvo su marcha y proyectó al peatón en contra del camellón.
Luego del accidente el responsable huyó del lugar, mientras que decenas de automovilistas detuvieron su marcha para tratar de auxiliarlo. Solicitaron la intervención de una ambulancia de la Cruz Roja y pesar de los esfuerzos que hicieron para ponerlo a salvo, los paramédicos aseguraron que ya no tenía pulso y lo declararon sin vida.
Al cadáver lo cubrieron con una sábana, mientras que el personal de Tránsito Municipal se abocó a acordonar el lugar. Con cinta amarilla se cerraron los carriles centrales del periférico y la circulación la desviaron a las laterales.
Persona sin vida por atropellamiento en periférico Echeverría, frente a la central camionera en #Saltillo
Posted by EL GUARDIÁN on Thursday, December 26, 2019
Se desató un caos desde bulevar Antonio Cárdenas y las calles Hidalgo, Morelos, Reforma y prolongación Hidalgo de la colonia Bellavista.
Más tarde se presentó personal de Servicios Periciales así como elementos de la Policía Investigadora, quienes se encargaron de realizar el levantamiento del cadáver y su traslado a la morgue del Hospital Universitario.
Decenas de personas, quienes se identificaron como familiares y amigos de la víctima, señalaron que se ganaba la vida como “cerillo”.
Por Juan Francisco Valdés
